Seguridad y salud en el trabajo: Identificación de riesgos y estrategias para mitigarlos en áreas rurales

La seguridad y salud en el trabajo es un derecho fundamental que debe garantizarse en cualquier entorno laboral, incluidas las zonas rurales. Estas adquieren una relevancia especial debido a sus características particulares, en el que los trabajadores enfrentan riesgos específicos derivados del entorno y las actividades que realizan. Las condiciones de trabajo en el campo pueden ser desafiantes y los profesionales con actividades sociales que operan en la ruralidad se encuentran expuestos a diversos peligros que pueden afectar su bienestar físico y mental, por lo que es crucial identificar los diferentes riesgos que se pueden encontrar en estas condiciones y así mismo establecer medidas preventivas y correctivas que los mitiguen.

Sin lugar a dudas, los riesgos en la seguridad y salud en el trabajo son diversos y pueden clasificarse en varios tipos, desde los físicos, biológicos, biomecánicos, psicosociales, naturales, de tránsito y públicos. Entre los riesgos presentes en el entorno laboral destaca el riesgo biológico. En las zonas rurales, los trabajadores sociales están expuestos a agentes biológicos como bacterias, virus, hongos, parásitos y animales vectores que pueden transmitir enfermedades. Por ejemplo, los trabajadores que realizan actividades de logística y capacitación en la atención de comunidades pueden estar en contacto con microorganismos patógenos que provocan enfermedades infecciosas tales como las transmitidas por vectores como el dengue.

Como medida preventiva para el control del riesgo biológico se implementan protocolos de higiene personal, como el lavado frecuente de manos y el uso de desinfectantes, se proporciona dotación adecuada para la protección y botas, asimismo se capacita a los profesionales en el manejo y control del riesgo biológico, se promueve la vacunación para prevenir enfermedades infecciosas, y se incentiva hacia el uso de repelentes para prevenir picaduras de insectos vectores.

De otra parte, el riesgo biomecánico también se encuentra presente en el trabajo de campo, el trabajo físico en este contexto y en actividades de apoyo a comunidades rurales puede generar una sobrecarga muscular, lesiones en el aparato locomotor y trastornos musculoesqueléticos. Los trabajadores sociales pueden realizar tareas que requieren de esfuerzos físicos repetitivos, como levantar objetos pesados, trabajar en posturas incómodas o realizar movimientos bruscos, lo cual puede provocar lesiones a largo plazo.

Como medidas preventivas para el control de este riesgo se incluyen establecer programas de ergonomía laboral que promuevan técnicas de levantamiento y transporte de cargas de manera segura, se proporciona formación en el uso correcto de herramientas y equipos, se fomentan las pausas activas y ejercicios de estiramiento para aliviar tensiones musculares. Implementar estas medidas ayuda a reducir el riesgo biomecánico y promover un entorno de trabajo más saludable y productivo.

De igual manera, se debe tener en cuenta los Riesgos Naturales; en ese sentido, las áreas rurales son especialmente vulnerables a fenómenos naturales como inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías, incendios forestales o tormentas. Estos eventos pueden representar un grave peligro para la seguridad física y la vida de los profesionales que trabajan en estas zonas. Estos riesgos pueden ser impredecibles y devastadores. La capacitación en primeros auxilios y manejo de situaciones de emergencia es muy relevante para tener conocimiento de como actuar en caso de presentarse alguna emergencia.

Los profesionales destinados a actividades sociales y trabajos con la comunidad en zonas rurales también están expuestos a factores físicos como la exposición a radiaciones ultravioletas (radiación solar) y la falta de iluminación adecuada o en su defecto el exceso de iluminación en el campo de trabajo. Estas condiciones pueden afectar su salud a corto y largo plazo, causando daños auditivos, quemaduras solares o trastornos de la vista.

La implementación de medidas de protección solar como dotación manga larga y fresca, el uso de protector solar, gafas de sol y la hidratación permanente hacen parte de las medidas preventivas para minimizar este riesgo.

Otro riesgo que se debe tener en cuenta es el Riesgo Público que para los profesionales que trabajan en áreas rurales puede ser elevado debido a diversas condiciones sociales, económicas, geográficas y ambientales. Dentro del marco de la violencia y los conflictos armados, existen grupos armados, bandas criminales u otro grupo ilegal en algunas regiones rurales que pueden ocasionar exposición a amenazas de extorsión, secuestro o violencia para los profesionales.

Entre las medidas preventivas del riesgo público se incluyen evitar dar información personal, tanto de uno mismo como de la familia, a desconocidos, así como mantener la distancia física con ellos en sitios públicos. Además, es recomendable no exhibir objetos personales costosos ni mostrar carné o equipos de trabajo en zonas públicas, especialmente en áreas con problemas de orden público. También se debe evitar aceptar alimentos o bebidas de personas desconocidas y no permitir que desconocidos conozcan el plan de trabajo. Es fundamental no ingresar a zonas en horarios prohibidos y, antes de realizar actividades de campo, consultar con la Policía Nacional y otros entes reguladores sobre los protocolos y fronteras invisibles existentes en la zona. Por último, nunca se debe ingresar a zonas prohibidas.

El riesgo psicosocial es una preocupación importante, especialmente en entornos rurales donde el trabajo puede ser físicamente demandante, aumentando el riesgo de agotamiento o estrés laboral. Para mitigar estos riesgos, es esencial implementar medidas como el establecimiento de procedimientos claros frente al acoso laboral, buscar apoyo psicológico especializado en el ámbito laboral, y fomentar la participación activa de los trabajadores en la identificación de riesgos. También es crucial promover la creación de hábitos de autocuidado y autoprotección, fortalecer la comunicación entre los trabajadores y la coordinación general, y desarrollar programas de capacitación que sensibilicen sobre estos riesgos. Asimismo, la identificación y evaluación de los riesgos psicosociales deben ser parte integral de la gestión laboral, dado que estos riesgos, derivados de la organización y el contenido del trabajo, pueden afectar tanto la salud del trabajador como el desempeño de sus funciones.

El riesgo de tránsito para profesionales en el área rural es una preocupación significativa debido a varios factores que aumentan la probabilidad de accidentes y lesiones. En muchas áreas rurales, las carreteras suelen estar en mal estado, con baches, grietas y superficies irregulares que dificultan la conducción segura. Además, la falta de señalización adecuada en estas zonas aumenta el riesgo de accidentes, especialmente en condiciones de visibilidad reducida o cuando los conductores desconocen el terreno. Las curvas peligrosas y la falta de iluminación nocturna en algunas carreteras rurales también contribuyen a un mayor riesgo de colisiones, mientras que la infraestructura vial deficiente es otro factor que agrava la situación, especialmente en desplazamientos largos.

Otro aspecto relevante es la accesibilidad limitada en caso de emergencias o situaciones imprevistas, ya que la falta de transporte adecuado o rápido puede poner en peligro la seguridad del profesional. Además, en ocasiones, la falta de transporte legal, que cumpla con la normativa vigente colombiana, obliga a recurrir a transportes ilegales que carecen de medidas de seguridad vial. Finalmente, la presencia de animales sueltos, como ganado o caballos, en las vías rurales representa un riesgo adicional, ya que muchos de estos animales no están cercados ni señalizados, aumentando la probabilidad de accidentes.

Para contribuir a las buenas practicas de seguridad ante el control del riesgo de transito es importante consultar las condiciones de las vías y clima antes del desplazamiento, Solicitar información de los vehículos y medios de transporte contratados para el desplazamiento y verificar condiciones mecánicas y de seguridad, conocer el plan estratégico de seguridad vial y acatar todas las normas de seguridad vial.

Los riesgos en el entorno rural son diversos y multifactoriales, y los trabajadores sociales que operan en estas zonas deben estar protegidos frente a amenazas biológicas, biomecánicas, naturales, físicas y demás. La implementación de medidas preventivas adecuadas, junto con la capacitación constante, son esenciales para mitigar estos riesgos y promover la salud y bienestar de los trabajadores. Tanto empleadores como profesionales deben trabajar de manera conjunta para crear entornos seguros y saludables que promuevan el bienestar integral de todos los involucrados.

Marcela Ramírez

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