Migración de venezolanos: realidad y expectativa

La migración de venezolanos ha vivido su momento más crítico en los últimos tres años escribiendo una de las páginas más duras en la historia de América Latina. La situación compleja tanto social, económica y políticamente del país, ha generado que millones de personas, migren a otros países en búsqueda de mejores condiciones de vida, Colombia se encuentra entre los países más afectados por la situación debido a la facilidad de acceso por parte de migrantes. Según datos de Migración Colombia para enero de 2021 vivían en Colombia  1.700.000 de venezolanos migrantes se habían asentado en Colombia buscando una solución a la crítica calidad de vida en Venezuela.

Por ello, las instituciones colombianas han tenido que hacer frente a la gran cantidad de migrantes de los últimos años implementando beneficios y acciones que permitan a los migrantes conectar con las actividades económicas debidamente reguladas en Colombia. Según el Banco Mundial, la falta de articulación entre las acciones realizadas por parte del gobierno central y los gobiernos departamentales y municipales, la ausencia de personal para atender los venezolanos que entran al país y la inexactitud en las cifras de los migrantes regulares e irregulares por la existencia de varias fuentes ha causado que las medidas tomadas en el país no generen una verdadera atención a la alta demanda de migrantes venezolanos.

Todo ello se complicó porque el mundo está viviendo una pandemia: una emergencia de salud pública a causa de un virus denominado Covid-19. Para reducir la propagación del mismo se ha optado por cierres de emergencia, cuarentenas totales y parciales, limitaciones para la movilidad, entre otros, generado de esta manera un drástico cambio en las dinámicas cotidianas a las que los individuos estaban acostumbrados. Muchas de estas medidas han sido necesarias para hacer frente al virus, pero han traído daños colaterales muy perjudiciales para las economías, generando contracciones drásticas y decrecimientos en la mayor parte de los sectores de la economía en todos los países del mundo.

Por lo anterior, muchos sectores económicos se han visto altamente afectados, situación que ha complicado aún más el momento que se vive debido al alto flujo migratorio que enfrenta Colombia. La pandemia detuvo mucho del trabajo que realizaban organizaciones gubernamentales para controlar y mitigar los problemas generados por el excesivo número de migrantes. Mantener el funcionamiento económico básico dentro del país se convirtió en prioridad para las instituciones públicas que llevo a que la crisis migratoria llegará a un punto en el que se han generado problemas de salud pública y de seguridad en varias ciudades y municipios de Colombia.

Por otro lado, la reducción de empleos llevo al aumento de la informalidad hecho que genera pérdidas y desequilibrio económico en el país debido a la disminución del pago de impuestos y al aumento de la evasión. La pérdida de ingresos impide una inversión importante por parte del gobierno nacional en el control y resocialización de los migrantes venezolanos que les permita ingresar al sector económico legal del país.

Lo que desemboca en una falta de atención a los migrantes que los ha llevado a que tengan que improvisar resguardos, tengan complicaciones de salud y genere inseguridad en las ciudades colombianas debido a la falta de oportunidades para incluirlos en la economía del país.

Ahora bien, el COVID-19 trajo fuertes impactos a nivel mundial, pero en especial profundizó las situaciones de crisis en países con economías poco desarrolladas e inestables como Colombia debido a que no se tiene la infraestructura legal, económica y de salud para afrontar un aumento repentino en la cantidad de migrantes.

La situación que viven los migrantes es un tema de interés compartido, por cuanto no solo se requiere de la voluntad de los estados sino del apoyo de organizaciones privadas y no gubernamentales que se interesen por la población vulnerable y el desarrollo social. El reto es inmenso para una época muy compleja. Se espera que con el transcurrir del tiempo se reactive en todos los sectores de la  economía para  traer esperanza a las familias de migrantes que esperan encontrar en Colombia una salida a la difícil situación que están viviendo.

Sin lugar a dudas, encontrar las condiciones básicas para vivir dignamente va a requerir no solo de la reactivación económica sino de tiempo, trabajo e inversión por parte del gobierno nacional y de los gobiernos departamentales que permitan no solo incentivar la reactivación de grupos económicos, sino que también esos sectores incluyan a los migrantes en dicha reapertura económica. Así como la pandemia  es una  crisis mundial y se ha  trabajado de forma colaborativa en el mundo para manejarla y sobrellevarla, la migración también es un tema de interés no sólo nacional sino mundial porque afecta a toda la población   y en el marco de los lineamientos que ha dado la  Asamblea General de la ONU sobre  el pacto mundial para la migración, se debe trabajar en políticas plurinacionales y en la gestión de proyectos que ayuden a los migrantes  a salir de esta crisis.

Natalia Bayona Galeano

Natalia Bayona Galeano

Natalia Bayona. Economía, Universidad Industrial de Santander.

Universidad Industrial de Santander
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