El poder de los medios audiovisuales en la promoción y documentación de proyectos
- noviembre 1, 2024
- 9:05 am
Imagina un proyecto ambiental impactante en el que las comunidades locales se involucren de manera activa en la tarea de plantar árboles. Ahora bien, ¿qué ocurriría si esta historia se comunicara exclusivamente a través de un informé escrito en lugar de narrarse mediante un video cautivador que mostrara a las personas, los paisajes y los resultados tangibles obtenidos?. Esta diferencia resalta el gran poder que poseen los medios audiovisuales. Hoy en día la manera en que se promocionan y registran los proyectos ha experimentado una revolución gracias a la capacidad y sencillez para capturar y transmitir la esencia de un proyecto a una audiencia global.
Como afirma el teórico Marshall McLuhan en Understanding Media: The Extensions of Man (1964), el medio es el mensaje («The medium is the message»), y con esto se refiere a que el impacto de la información depende en gran medida del canal por el cual se transmite. En el caso de los medios audiovisuales, esta premisa se confirma: la combinación de imágenes, sonidos y narrativas no solo transmite el mensaje de un proyecto, sino que inherentemente, esta combinación también establece una atmósfera y un tono, los cuales son los encargados en gran medida de conectar emocionalmente con el público. Cuando esta amalgama de elementos se conecta de forma adecuada, la comunicación de las ideas se da de forma más directa y emotiva, lo cual, como lo llamaría McLuhan, sería una «experiencia sensorial completa» que facilita una comprensión más profunda y una mayor retención del mensaje.
Esta teoría se puede aplicar claramente a los medios audiovisuales enfocados a la promoción de proyectos, ya que encapsulan en pocos minutos el propósito, avances e impacto de un proyecto, sea empresarial, social o medioambiental. Como sugiere el experto en comunicación audiovisual Paul Messaris, en su libro Visual Persuasion: The Role of Images in Advertising (1997), “las imágenes poseen una capacidad inherente para captar la atención y desencadenar respuestas emocionales» («Images serve as powerful triggers for emotional responses»). Messaris sostiene que los elementos visuales tienen el poder de provocar una respuesta emocional instantánea que puede tener un impactante efecto a largo plazo en la audiencia. Por ejemplo, cuando una entidad registra la evolución de la construcción de escuelas en áreas rurales destacando el progreso logrado, se logra establecer un vínculo emocional entre los espectadores y los beneficiarios del proyecto, lo cual promueve sentimientos de empatía y compromiso hacia la causa.
Además de su valor promocional, los medios audiovisuales son herramientas esenciales para documentar el desarrollo de los proyectos. John Berger, en su obra Ways of Seeing (1972), destaca que «ver viene antes de las palabras» («Seeing comes before words”) haciendo referencia a que la percepción visual precede a la verbal y tiene un impacto más directo, además, sugiriendo que la narrativa visual permite a las personas construir mentalmente un contexto más claro y comprensible de la realidad presentada. Tener en cuenta lo anterior, es esencial cuando se documenta el progreso de proyectos, ya que el registro visual permite presentar hitos de manera transparente, ganando la confianza de patrocinadores y demás partes interesadas y, como argumenta Berger, el acto de ver crea un puente entre la realidad y la percepción, lo cual resulta clave para mostrar el impacto de cualquier proyecto, sea social o ambiental, de manera auténtica.
Al considerar el uso de medios audiovisuales para crear piezas documentales o promocionales, es fundamental tener en cuenta el canal a través del cual se difundirán o entregarán al espectador final. Las redes sociales representan un canal potente para aumentar la visibilidad de los proyectos. Según el especialista en comunicación digital Guy Kawasaki, coautor de The Art of Social Media (2014), “las plataformas sociales proporcionan un megáfono global» («Social media is a global megaphone»), haciendo referencia a que estas plataformas permiten que el mensaje alcance audiencias extensas. Kawasaki destaca que los contenidos audiovisuales, especialmente en formato de video, son los más compartidos y comentados, lo que aumenta su visibilidad. Los videos cortos, de entre 30 segundos y un minuto, logran captar la atención de manera rápida, como sugiere Kawasaki, y pueden ser utilizados para mostrar avances semanales o hitos importantes en los proyectos, manteniendo al público informado y comprometido.
El principal beneficio de utilizar medios audiovisuales en lugar de otros formatos es su capacidad para transmitir un mensaje claro y crear una conexión emocional profunda con la audiencia. Esta idea se alinea con lo que propone el psicólogo Albert Mehrabian, reconocido por su investigación en comunicación no verbal, quien argumenta que, al transmitir un mensaje emocional, el 55% del impacto proviene de lo visual (lenguaje corporal), el 38% de lo vocal (entonación y ritmo de la voz) y solo el 7% de las palabras (el contenido del mensaje) (Mehrabian y Ferris, 1967). Si bien, estas conclusiones se limitan a estudios realizados para la comunicación de emociones. Este principio se puede aplicar a los medios audiovisuales, destacando la importancia del contenido visual y sonoro al comunicar, ya que estos contenidos contribuyen a fortalecer la empatía, aumentar el apoyo y consolidar la confianza en la transparencia de lo comunicado.
Para maximizar el impacto, es esencial definir el propósito del contenido audiovisual desde el inicio. El autor Simon Sinek sugiere en Start with Why (2009) que conocer la razón detrás de cada iniciativa ayuda a conectar con el público de manera más efectiva, pues “las personas no compran lo que haces, compran por qué lo haces.” Incluir testimonios y voces locales refuerza esta autenticidad, ya que escuchar directamente a los involucrados ofrece credibilidad al proyecto. La planificación es fundamental para optimizar recursos, como el uso de drones para realizar capturas aéreas y gráficos animados que ayuden a entender datos complejos. De esta manera, se garantiza una presentación profesional y exhaustiva del impacto del proyecto.
En conclusión, los medios audiovisuales se han vuelto herramientas esenciales para la promoción y documentación de proyectos. Desde videos cortos en redes sociales hasta documentales más elaborados, la capacidad de compartir visualmente el impacto de un proyecto aumenta el compromiso y apoyo de la audiencia. Expertos como McLuhan, Berger y Kawasaki coinciden en que, al desarrollar proyectos, invertir en contenido audiovisual no solo amplía su alcance, sino que también fortalece la transparencia y la credibilidad, elementos clave para el éxito y la sostenibilidad de cualquier iniciativa.