Aprendizajes de un proyecto social juvenil: «Formación y fortalecimiento de la participación ciudadana de adolescentes y jóvenes para la promoción de derechos sexuales y reproductivos y la prevención del embarazo en la adolescencia en Colombia».

Durante el año 2015 Gestión y Acción desarrolló un proyecto social  juvenil de “Formación y fortalecimiento de la participación ciudadana de adolescentes para promoción de derechos sexuales y reproductivos y la prevención del embarazo en la adolescencia” en tres macroregiones de Colombia: norte, suroccidental y andina, cuyo propósito fundamental era la promoción de los derechos sexuales y reproductivos y la prevención del embarazo en la adolescencia.

La iniciativa apoyada por UNICEF, el Ministerio de Salud y el ICBF incluía encuentros periódicos con jóvenes de instituciones educativas y colectivos sociales que, por iniciativa propia o con el acompañamiento de la institucionalidad local, profundizaron en el conocimiento para la defensa y el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos y diseñaron estrategias para atacar una de las mayores problemáticas de las regiones priorizadas: el embarazo adolescente.

Aunque inicialmente, los jóvenes se desplazaban hacía el lugar donde se realizaban las actividades, las dificultades de movilidad, las problemáticas sociales vividas, las “fronteras invisibles” y la importancia de vincular a las familias, obligaron a cambiar la estrategia y privilegiar encuentros “in situ”, es decir, que fueran el equipo de profesionales del proyecto social juvenil, quienes se desplazaran hasta las comunidades. De esta manera, se incrementó significativamente el número de adolescentes y jóvenes que se vincularon a las acciones de formación y de incidencia.  

Una de las principales zonas de trabajo fue el departamento del Valle del Cauca donde Riofrio, Pradera y Cali fueron los municipios priorizados. Como lo indica Carmen Tulia Ararat, profesional de campo: “la convocatoria que se realizó fue especialmente enfocada en que los mismos jóvenes movilizaran a más jóvenes, todo articulado con las secretarias de salud de cada municipio”.

De esta forma, La idea de que cada uno de los involucrados aportará su parte para que el programa saliera de la mejor forma y se alcanzaran a impactar a una gran cantidad de jóvenes del Valle del Cauca, permitió generar responsabilidad entre los participantes e incrementó su capacidad de convocatoria y liderazgo. En palabras de la misma Carmen Tulia, entre los mayores logros está “el hecho que se pudo identificar que la mayoría de jóvenes no usaban los programas de la Secretaría de Salud debido a la poca publicidad y con ello el bajo conocimiento sobre dichos las acciones de salud sexual y reproductiva y la prevención del embarazo en adolescentes”

En ese sentido, uno de los mayores aprendizajes de esta experiencia ha sido que entre más organizaciones se interesen y se vinculen, más importante se vuelve la incidencia política y social de los adolescentes y jóvenes en los temas que son de su interés y sobre todo, más involucramiento se logra de parte de la institucionalidad pública. En la misma línea, es vital para este tipo de proyectos que sus intervenciones en los territorios se hagan con un buen tiempo de ejecución y con una cantidad importante de recursos técnicos, humanos y financieros porque a la vez que garantizan la vinculación de más participantes, se alcanza mayor articulación entre organizaciones sociales e instituciones y con ello mejora la confianza mutua, que se ha visto socavada desde tiempo atrás a raíz de diversas circunstancias.  

En el departamento de Chocó, otra de las áreas de trabajo de este proyecto social juvenil, se destaca la vinculación de diversos actores. Elaine Chaverra Martínez, profesional social para la zona explica que en Quibdó “este proyecto involucró a padres de familia e instituciones que hicieron acompañamiento y formación de los jóvenes y se logró empatía con el equipo de capacitadores, lo cual se vio aún más beneficiado por el hecho que muchas instituciones hicieron acompañamiento y formación en salud sexual y reproductiva, derechos sexuales y reproductivos”.

A raíz de los ejercicios de diálogo multiactor e incidencia pública, se logró que en la zona urbana de Quibdó se establecieran los “servicios amigables de salud”, a los cuales los jóvenes podían acudir sin los padres de familia y hablar e interactuar sobre cualquier tema de sus derechos sexuales y reproductivos. Acompañarlos, apoyarlos y consolidar lazos afectivos y de unión, se convirtieron en factores claves para el desarrollo del proyecto social juvenil. Al respecto, Elaine Chaverra es contundente al indicar que “fue especialmente importante unirnos para quitarles esos temores. Chocó Social apuntó en esa dirección, nos dio la oportunidad de vincularlos a este grupo, a esta asociación, para hacer nuestro trabajo. Muchos de los jóvenes que conformaban el Chocó Social, atrajeron a otros jóvenes con mucho entusiasmo”.

Así como en el Valle y en Quibdó, en otros varios lugares de Colombia, las acciones de trabajo conjunto impulsaron una agenda nacional para el ejercicio del derecho a la participación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en la promoción de los derechos sexuales y reproductivos y la prevención del embarazo en la adolescencia, la cual contó con el aval de muchas instituciones públicas, privadas, de la cooperación internacional y de las familias de los adolescentes y jóvenes. Esta agenda se ha venido desarrollando, no con pocos retrasos y dificultades y ha logrado generar gran conocimiento y conciencia sobre ámbitos tan importantes de la sexualidad que durante mucho tiempo estaban velados. A la par, ha permitido que las autoridades locales de los territorios priorizados, cuentan con nuevos acuerdos y rutas de actuación para la garantía de los derechos sexuales y reproductivos. Para la Corporación Gestión y Acción Social es fundamental haber hecho parte de este hermoso recorrido que ha continuado su marcha en el país con protagonismo de los adolescentes y jóvenes.

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Carmen Tulia Ararat.
Elaine Chaverra.