Pertinencia y utilidad de la evaluación financiera en proyectos de interés social

El título sugiere pertinencia y utilidad, pero no suficiencia pues parece desnudar su debilidad en la aplicación en proyectos de interés social. No obstante, reconocida su utilidad y pertinencia queda duda sobre su suficiencia, sobre lo cual vale la pena hacer algún comentario.

En primer lugar, es preciso distinguir algunos vocablos que no solamente tienen importancia semántica, sino que su utilización en diferentes contextos puede conducir a dudas conceptuales y de interpretación.

Es claro que la totalidad de proyectos sociales originados en cualquier ámbito, público o privado, utilizan y transforman diferentes tipos de insumos que suelen tener un costo de oportunidad (si no se utilizan en este proyecto se dedicarán a otros usos) representado en dinero, por esa razón afirmamos que todo proyecto independiente de su origen exige dinero (si se trata de proyectos públicos el dinero debe ser manejado con especial cuidado y transparencia), esto conduce a determinar la magnitud de las necesidades del mismo y los momentos en que se utilizará para diferentes propósitos, lo que determina el llamado “flujo de caja” (entrada y salida de dinero al proyecto).

La salida de dinero está representada básicamente en las inversiones fijas, diferidas y capital de trabajo que se suelen asumir durante la ejecución del proyecto, también en los costos previstos durante la operación del proyecto y en algunos proyectos aparecen ingresos derivados de la venta de un bien o la prestación de un servicio.

En muchos proyectos en ámbitos públicos estos ingresos expresados en dinero no se dan por múltiples razonas, entre otras, porque el proyecto es orientado hacia una población  carenciada y  de  bajos ingresos y  por ende  de  capacidad  de  pago insuficiente, en otras ocasiones porque se trata de tareas que el Estado debe atender sin esperar retribución de un grupo identificable de la población, como en el caso de tribunales de justicia, servicios de policía, centros de reclusión, algunas actividades lúdicas y culturales, saneamiento básico, etc., de los cuales se derivan beneficios  y no ingresos expresados en dinero.

En fin, es pertinente y de notable utilidad, y especialmente para administrar, programar y contabilizar los dineros involucrados en la ejecución, puesta en marcha y operación de un proyecto de interés social, la elaboración del correspondiente “flujo de caja”. Este flujo de caja abre el camino para la “evaluación financiera” que trata de descubrir la bondad de un proyecto exclusivamente desde ese punto de vista, sin embargo, como el ámbito público no está diseñado para generar utilidades, este criterio de comparar ingresos con egresos de un proyecto, no es suficiente para calificar la pertinencia y bondad de un determinado proyecto.

En otras palabras, la evaluación financiera es claramente insuficiente para calificar la bondad de una propuesta de inversión de interés público, es preciso entonces elaborar una reflexión que comprometa el interés “económico” de la población derivado de dicho proyecto. De ahí surge la necesidad de involucrar otros precios diferentes a los de mercado llamados “precios sombra” o “precios cuenta”, que ponderen el verdadero costo de oportunidad de los recursos involucrados, tanto en la ejecución como en la operación del proyecto (criterio de eficiencia).

Adicionalmente, es preciso observar los efectos sociales, positivos o negativos, que se puedan derivar de la forma en que el proyecto contribuye a mejorar la distribución de ingresos y oportunidades entre la comunidad afectada, surge entonces la necesidad de una “evaluación social” y una “evaluación ambiental” para guiar una decisión equilibrada, con eficiencia y con equidad. Muchas de estas consideraciones no se pueden expresar en una magnitud representada en cifras monetarias, es preciso apelar a un lenguaje cualitativo y descriptivo que complemente la información financiera ya mencionada.

Por lo tanto, a manera de colofón podemos afirmar que la evaluación financiera es útil y oportuna pero no suficiente, puesto que es preciso observar en forma complementaria los efectos económicos, sociales y ambientales que afectan a las comunidades durante la ejecución y operación de un proyecto.

 
Juan Jose Miranda Miranda

Juan Jose Miranda Miranda

Mi nombre es Juan José Miranda Miranda y he sido profesor en cursos de Formación y Posgrado en buena parte de las universidades de Colombia y en algunos países de la región, también he participado como experto en capacitaciones organizadas por la O.E.A., la Unión Europea y en la Escuela de Altos Estudios Militares.

juanjosemiranda.com

El texto titulado pertinencia y utilidad de la evaluación financiera en proyectos de interés social es tomado contextualmente del libro Gestión de Proyectos de Juan José Miranda M. Profesor de la Maestría en Gestión y Políticas Públicas en ADEN University (Panamá); Profesor Titular del Programa de Formación Virtual de Posgrado de TOP-Universidad Nacional del Litoral, Argentina; Profesor Invitado Universidad Nacional Tres de Febrero –UNTREF-, Argentina; Certificado por el BID como “Gestor de Proyectos Profesional para el Desarrollo”; autor de los libros: “Gestión de Proyectos” (nueve ediciones, versión impresa y digital); “El Desafío de la Gerencia de Proyectos”(cuatro ediciones versión impresa y digital); “Los proyectos la unidad operativa del desarrollo” (dos ediciones), “Proyectos Factibles”; “Cálculo Diferencial y Geometría Analítica”; publica artículos para GestióPolis y LíderdeProyectos.com.

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